La Tercera

Solo el 57% de los mayores de 65 años se ha vacunado contra la influenza

Por Ignacia Canales L.

El Minsal estima que la segunda ola de virus respiratorios podría tener lugar a fines de julio. Así, los expertos advierten que la red asistencial podría verse otra vez presionada. Las estrategias para atajar esto ya están en marcha.

El Minsal y expertos advierten que a finales de julio la influenza presionará la red asistencial. En ese contexto, las autoridades insisten en la inoculación y para ello han dispuesto diversas estrategias para llegar a la meta fijada del 85% de la población objetivo.

Los casos de virus respiratorios, especialmente el sincicial, han crecido exponencialmente en las últimas semanas, aumentando la demanda hospitalaria en niños. Durante el último balance de la autoridad sanitaria, la ocupación de camas críticas pediátricas a nivel nacional llegó al 90,3% (89,5% en el sistema público y 92,0% en el privado).

“Esta campaña de invierno ha sido más difícil de predecir”, dice Leonardo Basso, director del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) de la Universidad de Chile, que trabaja junto a la Subsecretaría de Redes Asistenciales para proyectar la circulación viral. El asesor del Minsal añade: “Es el primer año después del Covid-19, por lo tanto hay menos medidas preventivas, y también es el primer año en el que muchos niños se ven expuestos a virus respiratorios por primera vez, por lo tanto tienen menos inmunidad”.

Sin embargo, el especialista advierte que el peak pediátrico por sincicial se podría producir en las próximas dos semanas: “Hay varias ciudades del sur, como Concepción, donde ya se alcanzó el peak, por lo tanto deberíamos ver una baja. Sin embargo, eso aún no sucede en la Región Metropolitana. Por ende, podríamos llegar al peak para empezar a bajar ya a finales de junio”.

Igual piensa el jefe del Departamento de Pediatría de la Clínica Alemana, Felipe Cavagnaro. “Ya hay indicios que demuestran que los casos de virus sincicial se están estabilizando, y esto se va acentuar más cuando los niños salgan de vacaciones de invierno en dos semanas más. En general el brote de este virus es limitado, dura unas semanas y después empieza a bajar”, detalla.

Una nueva ola

El peligro ahora está en la influenza, virus respiratorio que podría provocar otro peak, pero en la población mayor y con enfermedades de base. Sin embargo, su circulación aún es baja: según las cifras del Instituto de Salud Pública (ISP), de los 2.844 casos positivos de virus respiratorios, solo el 12,8% correspondían a esta patología.

El epidemiólogo y bioestadístico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Gabriel Cavada, advierte de que este virus también provoca presión asistencial: “Para la gente más joven esto es un simple resfriado. A diferencia del virus sincicial que afecta a los pequeños, ahora hay que ponerle ojo a las personas mayores y a las personas con enfermedades base”. Además, detalla que “lo más probable es que veamos el peak en julio, pero es una situación preocupante, porque la demanda hospitalaria adulta aumentará”.

El director del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería también coincide con que el peak de influenza será en julio: “Nuestro modelo indica que la influenza podría tener un peak en los adultos en unas seis semanas más, y podría darse la mala suerte que ocurra junto al segundo peak pediátrico y por eso hay que estar muy atentos y tomando medidas preventivas”.

Desde el Ministerio de Salud explican que “es difícil saber el momento de los peaks, ya que estos se deben ver en retrospectiva, una vez que ya lo hayamos pasado y eso todavía no ocurre con el virus sincicial. Proyectamos que seguirá circulando de manera importante el virus respiratorio sincicial en las próximas semanas y que pudiese existir de manera conjunta con la influenza, que está estable pero que pudiese aumentar posteriormente también”.

Añaden que “son dos virus que afectan de manera un poco distinta, pero ambos pueden ser graves; es por eso que nos mantenemos muy atentos para saber cuándo es el momento en que los casos comienzan a aumentar”.

Incentivando la vacunación

Para afrontar el peak de influenza, la autoridades han fortalecido las estrategias de inmunización, especialmente en niños y en personas de 65 años y más.

El proceso de inoculación contra la influenza comenzó el 6 de marzo y continuará hasta que se cumpla la meta del 85% a nivel nacional. A estado dirigida a funcionarios de la salud, adultos mayores de 65 años, niños hasta quinto básico, embarazadas, enfermos crónicos. Y hasta la fecha, 6.167.551 personas se han inmunizado contra el virus, lo que equivale al 69,4%.

Pero uno de los grupos de riesgo ha avanzado lento: solo el 57,54% de los mayores de 65 años se ha inoculado (ver tabla). Otro segmento que está por debajo de la meta establecida son las embarazadas, pues solo se ha vacunado el 36,32% de ellas.

Pero hay grupos que sí han avanzado: los funcionarios de salud y trabajadores de educación que ya sobrepasaron la población objetivo estimada.

En ese contexto, el director del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería insiste en que “debemos pedirle a la población que cuide a los preescolares, que son los más afectados con el sincicial. Y respecto al peak de influenza, hay que vacunarse ahora, pues aún tenemos margen para proteger a la población”. ●

El país nórdico sorprendió al mundo bajando significativamente el consumo de tabaco, alcohol y drogas en menores de 16 años. Lo hizo con un modelo basado en padres involucrados y actividades deportivas y culturales. La experiencia fue replicada en Chile y, hasta ahora, ha dado resultados.

El uso de drogas aumentó dramáticamente en la población entre 15 y 16 años en Europa y los EE.UU. durante la década del 90 y principios del 2000. En Islandia, país con una población de 300 mil habitantes, el consumo de drogas en adolescentes también aumentó sostenidamente: entre 1992 y 1998, la proporción de estudiantes entre 15 y 16 años que fumaba a diario cigarrillos aumentó de 15% a 23%, y los que al menos consumían una vez al día marihuana había pasado de 7% a 17%. Además, los adolescentes islandeses, con correlación con casi todos los nórdicos, tendían a emborracharse más que los de otros países europeos.

Y las consecuencias de ello se podían apreciar en las tasas de accidentes, las que eran más altas en Islandia que en el resto de Europa. Sin embargo, desde ese período, durante la década de los años 90, fue posible observar un declive sostenido en el uso de drogas en la adolescencia islandesa. Y, en parte, se debería a los esfuerzos del Estado en reducir los factores de riesgo y fortalecer el control parental en colegios y comunidades a través de un programa de política pública conocido como Youth in Iceland.

El descenso porcentual, desde 1998 a 2016, fue notable: bajó del 42% al 5% en alcohol, del 23% al 3% en tabaco y del 23% al 5% en marihuana.

En nuestro país la experiencia islandesa fue observada con atención por la academia y la sociedad científica: en 2015, los jóvenes de Chile consumían marihuana en alarmantes cantidades.

El interés terminó en un seminario para abordar la problemática y analizar la exitosa experiencia nórdica. “Enviamos cartas a todo el mundo y llegó mucha gente”, recuerda Carlos Ibáñez, jefe de la Unidad de Adicciones de la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Chile y coordinador general del proyecto en Chile.

¿Cómo lo había logrado Islandia? “Obteniendo información local de consumo y de los factores protectores y de riesgo, y compartirla con la comunidad. Pasaba en Chile que teníamos datos nacionales que eran representativos, pero que se entregaban con dos años de retraso, por lo que la información resultaba poco provechosa”, explica el médico.

Islandia también implementó subvenciones para actividades recreativas extracurriculares, supervisadas por monitores, “por

que ‘ir a jugar a la cancha solos’ es un factor de riesgo, y eso ocurre en nuestro país”, agrega el académico.

A partir de ese encuentro, la casa de estudios se propuso aplicar en el país el modelo islandés, logrando convocar a seis municipios: Colina, Lo Barnechea, Las Condes, Melipilla, Peñalolén y Renca.

Un año después (2018), Ibáñez y su equipo -las psicólogas Lorena Contreras y Ana María Araneda, la pediatra Paula Donoso y los psiquiatras Adrian Mundt, Viviana Guajardo y Enzo Rozasadaptaron

la iniciativa.

Esta contemplaba una encuesta sobre consumo y factores asociados aplicada a estudiantes. Y, a partir de sus resultados, la implementación de recomendaciones a comunidades escolares, apoderados y municipios.

La primera encuesta fue tomada a 4.546 jóvenes -que arrojó un alto uso de sustancias, en comparación a Europa-, la segunda (2020) a 3.259 y la tercera (2022) a 3.853.

Así, los resultados arrojaron una disminución en el consumo de alcohol, tabaco y marihuana entre

2018 y 2020, posiblemente atribuible a la pandemia, cuyas restricciones de desplazamiento limitó a los jóvenes.

Pero los datos se mantuvieron estables en 2022, sorprendiendo a los investigadores. La estrategia de prevención, aplicada en los municipios, había resultado.

En los cuatro municipios que perduraron en el proyecto -en 2021 se restaron Las Condes y Melipilla-, el porcentaje de estudiantes que declaró haber fumado cigarros una o más veces en la vida pasó del 52% al 33% y 32% en 2018, 2020 y 2022, respectivamente; haber bebido alcohol, con la misma frecuencia, del 79 al 67 y 69%, y haber usado cannabis, del 30, al 20 y 17%.

Luego de realizar el diagnóstico, la universidad había recomendado fortalecer los equipos municipales de prevención, disminuir el acceso a drogas y alcohol con más fiscalización, padres más involucrados y bajar la tolerancia social al consumo, y potenciar actividades deportivas y culturales.

Entre 2019 y 2020, cinco de los seis municipios participantes aumentaron sus indicadores de prevención. Lo que mejoró la mayoría, destaca el coordinador, fueron sus políticas preventivas y la cooperación organizada, iniciativas que se han mantenido e incidirían en el éxito del programa.

El alcalde de Renca, Claudio Castro, comenta: “Llevamos seis años y tres encuestas aplicadas. En la comuna el programa creció y se llama ‘Fuerza Joven’. Hoy es uno de los pilares de nuestra estrategia de transformación comunal”.

Isabel Valenzuela, alcaldesa de Colina, señala del modelo que “es una buena práctica; en los últimos años ha permitido trabajar conjuntamente, la municipalidad, sociedades médicas, la U. de Chile y Senda, lo que ha permitido la articulación de diferentes sectores de la comuna y que, conociendo sus resultados, han ideado estrategias para mejorar”.

Sin embargo, no todo ha sido positivo. Entre 2020 y 2022 los investigadores detectaron un aumento en el uso de tranquilizantes y pastillas para dormir sin receta médica. El consumo “en los últimos 30 días” subió del 7 al 10%. Además, síntomas ansiosos y depresivos también subieron entre los encuestados.

Senda replicó el modelo

En 2019, el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) comenzó a aplicar el modelo en un grupo de municipios. A la fecha ya suman 241.

Se aplica a través del programa “Senda Previene”, que además contempla otras estrategias preventivas.

No obstante la iniciativa de Senda, Ibáñez está preocupado por posibles recortes presupuestarios: “El gran problema es que tendemos como país a generar programas que duran lo que dura un gobierno, y para este tema no sirve. Si cambiamos una y otra vez de estrategia, la situación no va a cambiar mucho. Estamos en riesgo en ese sentido”, cierra.b

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2023-06-17T07:00:00.0000000Z

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