La Tercera

Reforma tributaria creará dos tramos para impuesto a la riqueza y nueva tasa máxima para las personas sobre 4

Cristián Valenzuela Abogado

Uno no puede dejar que la ansiedad por la encuesta semanal guíe el actuar del gobierno”, afirmó el Presidente Boric, notificando su decisión de no cambiar el gabinete antes del plebiscito. Valiente, dirán sus más fervientes partidarios; intransigente, sus más recios contradictores. Lo cierto es que el Presidente despliega una profunda convicción en defender una decisión que tendrá importantes consecuencias en las definiciones electorales de los próximos meses.

En 100 días, el Presidente Boric rompió todos los récords: pasó de ser el Mandatario más votado de nuestra historia al más detestado en sus primeros meses de gobierno. La última encuesta Pulso Ciudadano indica que solo uno de cada cuatro chilenos valora su gestión, mientras que la Cadem afirma que dos de cada tres la reprueban. Lo propio ocurre con Izkia Siches que, luego de autopercibirse como una “madre que cuida a su país”, se está pareciendo cada día más a la suegra que ahuyenta a los chilenos. Misma suerte corre el ministro Jackson. Son ellos, entre otros, los emblemas de un gobierno fracasado, cuyas medidas y propuestas apenas se despliegan, mientras sus gruesos errores y confusas anécdotas ocupan horas de TV y ríos de tinta en la prensa.

Artificiales o no, cada uno de estos traspiés no solo han disminuido su valoración, sino que han contribuido al desplome del Apruebo. Si bien la Convención ha hecho méritos para perder el favor popular, cualquier análisis estadístico muestra que la relación entre ambas evaluaciones, gobierno y proceso constituyente, están entrelazadas. Es evidente que quienes han liderado el trabajo de la Convención e incidieron en el resultado final, están íntimamente relacionados con el gobierno y son portadores de su mandato y orientaciones.

¿Se explica el hundimiento del Apruebo por el fracaso coyuntural del gobierno? ¿Sería un triunfo del Rechazo atribuible a la mala evaluación que pueda sostener el gobierno en los próximos meses? Las respuestas no son concluyentes, pero nadie podría negar que un gobierno mejor posicionado contribuiría mucho a mejorar la percepción del Apruebo.

Lo que es indudable es que el próximo 4 de septiembre su sector se juega una de las elecciones más consecuenciales de la política reciente y que él, como Presidente, pasará a la historia como aquel que posibilitó la reforma más radical a nuestra institucionalidad vigente o, a contrario sensu, lideró la farra política más monumental de la que tengamos memoria.

“En política, la duda debe seguir a la convicción como una sombra”, afirmaba Albert Camus, máxima que el propio Presidente usa como frase de cabecera. ¿Y si un cambio de gabinete permitiera dar un reimpulso al Ministerio del Interior en su desigual batalla contra la inseguridad; o un cambio en Segpres mejorara sustantivamente las relaciones con el Congreso? ¿Y si el sacrificio temporal de sus colaboradores más leales terminara inclinando la balanza hacia el Apruebo? Al menos, da para pensar en un cambio de gabinete.

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2022-06-30T07:00:00.0000000Z

2022-06-30T07:00:00.0000000Z

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