La Tercera

Sebastián Soto: “El plebiscito de salida es demasiado importante como para transformarlo en una réplica de la

El académico de la Universidad Católica, integrante de la mesa técnica que realizó la reforma a la actual Carta Magna para habilitar el proceso constituyente y consejero del Consejo de Defensa del Estado (CDE), da su visión sobre cómo la elección presiden

Andrés Muñoz

Sebastián Soto Velasco ha seguido de cerca el proceso constituyente. Y eso podría parecer una obviedad por su condición de abogado constitucionalista o académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica. Sin embargo, hay más razones. Soto fue parte de la mesa técnica que realizó la reforma a la actual Carta Magna para habilitar el proceso constituyente y, antes de eso, fue uno de los principales orejeros del gobierno de Sebastián Piñera cuando, pocas semanas después del 18 de octubre, sugirió que iniciar el camino hacia una nueva Constitución podía ser una buena salida institucional a la crisis.

Aquí, da su visión del escenario político actual y cómo se relaciona con el trabajo de la Convención Constitucional. Además, el consejero del Consejo de Defensa del Estado (CDE) sincera que votará por José Antonio Kast y explica por qué cree que su llegada a La Moneda puede favorecer una aprobación del nuevo texto constitucional en el plebiscito de salida que se realizará a mediados del próximo año.

¿Cómo cree que afectará al proceso constituyente tanto el resultado de la primera vuelta presidencial como la composición del nuevo Congreso?

Es imprescindible que la Convención intente desacoplarse de la elección presidencial para así evitar que el plebiscito de salida replique lo que creo puede ser un estrecho resultado de la segunda vuelta. Y a mí me parece que la única forma de lograrlo es cambiando de tono y de actitud. En alguna medida ya hemos visto un cambio de tono. Creo ahora es necesario también un cambio de actitud y ese cambio es intentar que la Convención deje de ser el reflejo del octubrismo, tampoco sea el reflejo de la elección reciente, porque muestra una gran fragmentación, sino que intente ser el reflejo de un país que construye ciertos acuerdos sobre su Constitución y el resto se lo deja a la política regular.

Lo ve como un buen resultado para el proceso entonces…

Sí, es un buen resultado para la nueva Constitución porque hizo entender que en democracias competitivas los vencedores de ayer pueden ser los vencidos de hoy y viceversa. Y eso, casi de forma tan fuerte como la regla de los 2/3, obliga o incentiva a escribir una Constitución que convoca a todos o a una gran mayoría.

¿Y cómo espere que se modere la Convención?

Un hito para apreciar si la Convención ha tomado conciencia de este cambio es en la elección del nuevo presidente o presidenta y vicepresidente, es decir, la elección de una nueva mesa a fines de diciembre o principios de enero. Ese día vamos a darnos cuenta con mucha más claridad si la Convención tomó conciencia de este nuevo desafío que tiene por delante porque en esto yo creo que la Convención requiere un liderazgo que sea un político y no identiba, tario, que sea un negociador y no un activista. Y si lo pudiera decir un poco brutalmente, yo diría que se necesita más pragmatismo, se necesita más cocina y menos púlpito. Sé que decir eso puede sonar un poco políticamente incorrecto, pero no decirlo es seguir agregando ingenuidad a todo el proceso.

¿Y cómo se imagina esa cocina?

Me refiero a esta idea de atrincherarse las identidades en los simbolismos, en la agenda propia que supuestamente te lleva a la Convención. Entonces al menos hay tres ideas que destacar en este nuevo ciclo, en el ciclo de los constructores y ya no de los arquitectos. Una es que el líder que asuma sea un líder político, con capacidad y musculatura para negociar. Dos, también mirar el cronograma que diseñó originalmente la Convención y mirarlo con estos nuevos ojos. Estos nuevos ojos no solo nos deben llevar a reducir semanas territoriales, sino que a intensificar pronto el trabajo que se escrique se inicien las negociaciones y escribir los textos, sino que también a una cuestión muy precisa: adelantar el funcionamiento de la comisión de armonización. La comisión de armonización es una comisión que está pensada en el reglamento vigente al final del proceso y solo para cuestiones muy específicas de técnica constitucional y de coherencia.

¿Espera que en la nueva directiva exista una mayor presencia de constituyentes de derecha?

Sería una excelente decisión para promover un plebiscito de salida donde no solo esté este riesgo del rechazo sino que también sea un plebiscito de salida que no termine empatado o con un resultado muy estrecho. Me parece que un plebiscito que sea 50-50, o 60-40, es un fracaso para el proceso. Todo lo que pueda hacerse, entre otras cosas, la

Política

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2021-12-03T08:00:00.0000000Z

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